Así como la radio de tu auto suele fallar cuando entras en un túnel, tu señal de Wi-Fi puede debilitarse al atravesar paredes y puertas. Presta atención cuando instales un enrutador en tu hogar. Elige un lugar que mejore el alcance de la señal.
¿Un programa no está funcionando como se espera, o se lo nota demasiado lento? Esto puede ocurrir por causa de otros programas que están abiertos al mismo tiempo. Las aplicaciones que trabajan en segundo plano pueden consumir memoria y procesamiento en tu computadora o smartphone, haciendo más lentas a las aplicaciones que estás usando. Además, algunas aplicaciones consumen mucho ancho de banda (como las de streaming y torrent), pudiendo perjudicar a otros programas que también usan datos de Internet. Conviene entonces cerrar todos los programas que no estén siendo utilizados.
¿Sabías que la señal de WiFi de tus vecinos puede interferir en la calidad de tu propia conexión? Esto puede suceder si en ambos hogares se utiliza el mismo canal (frecuencia) para el WiFi. Resolver este tipo de interferencias es simple, solo precisas cambiar el canal que utilizas.
Existen diversas razones para que tu conexión no esté funcionando. Sin embargo, en algunos casos, es suficiente reiniciar el enrutador para que todo vuelva a la normalidad. Intenta hacer eso antes de comunicarte con el soporte técnico de tu proveedor de servicios de Internet.
Cuando varias personas utilizan Internet en el mismo hogar, la calidad de la red puede verse comprometida para ser bien aprovechada por todos. Esto ocurre porque el ancho de banda contratado puede no ser el adecuado para atender los requerimientos de la cantidad de personas conectadas.